La Historia es fundamental para la evolución humana en cualquiera de sus sentidos. Sin ella, no podríamos conocer los avances de la humanidad a lo largo de los siglos ni aprender de los errores pasados. No comprenderíamos el comportamiento de nuestros ancestros, que llevó al mundo a su estado actual. Olvidar nuestra historia significaría, por lo tanto, perder nuestra esencia. Por ello, no hay otra escapatoria posible: estamos entre la Historia y la pared.